Juan Pedro lleva más de 75 años haciendo pan. Empezó la profesión en 1945 cuando tan sólo contaba con 10 años de edad, ayudando a su padre a escalar el negocio familiar.
Hoy en día su pan es popular por ser concebido de la manera más tradicional posible. Nada a cambiado en los procesos que su padre le enseñó y es el único secreto de un producto tan genuino y que es valorado por su clientela de una manera tan especial.
Bisoño era el apodo con el que se conocía a Juan Pedro en el pueblo y con el que hoy en día siguen identificándole. La tradición, el sacrificio, el buen hacer y la experiencia pueden captarse en su olor, sabor y textura. No hay nada como algo perfectamente auténtico.
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